miércoles, 21 de enero de 2015

Degustando arte

Esto es lo bueno que tiene Valladolid, que además de salir a degustar vinos ricos y tapas de escándalo, hay una oferta de arte para todos los gustos y de todo tipo.
Son muchos los museos y las salas de exposiciones y ya he hablado en otras entradas de este blog, de museos como el Museo Patio Herreriano, el Museo de la Ciencia o la Casa -museo de José Zorrilla, pero es de justicia mencionar además la posibilidad de acceder a exposiciones en otros muchos sitios, como la sala de exposiciones de San Benito, el Museo de La Pasión, el Museo nacional de escultura, el Museo del toro, la Casa de Colón, la Casa Cervantes, la Casa Revilla y un largo etcétera.
                                                       
Sin ir más lejos ahora mismo podemos entrar a ver diversas exposiciones y quiero destacar entre ellas la que se encuentra en el Museo de La Pasión, cuyo nombre ya resulta de lo más interesante: Dalí y La Divina Comedia.
Es una exposición en la que encontramos aquel centenar de ilustraciones que el genial pintor hizo por encargo del gobierno italiano para conmemorar el nacimiento de Dante y que están distribuidas en tres apartados, infierno, purgatorio y paraíso.
El acceso a esta exposición es completamente gratuito, al igual que el acceso a las salas de exposiciones municipales y a día de hoy, podemos encontrar otra muy interesante en la sala de Las francesas sobre Santa Teresa y otra bien chula de fotografía en San Benito.
Aquí el arte se mueve y eso lo podemos apreciar en el Patio Herreriano sin ir más lejos, donde siempre andan exponiendo colecciones y muestras de lo más variadas y resultonas, que despiertan la atracción de cuantos se acercan por allí.
El arte está vivo  y es responsabilidad nuestra mantenerlo vivo a base de acudir a cuanta exposición podamos, ya que enriquece el alma y admirar el trabajo de los artistas es uno de los motivos por el que estos quieran seguir creando para disfrute de todos.
Lo cierto es que igual peco de escribir constantemente sobre enoturismo y gastronomía, pero es que tanto la elaboración del vino, como la creación de los cocineros, son también dos formas de hacer arte y como tal lo considero.
No obstante lo genial de todo esto es que son cosas compatibles, porque uno de mis planes favoritos es salir a ver una exposición o un espectáculo y después tomarme un vinito rico con una de esas tapas deliciosas que por aquí pululan.
Creo que hacer una escapada cultural  a Valladolid  colmará a los más exigentes sin lugar a dudas.
De hecho el Museo nacional de escultura de esta ciudad está considerado como el mejor de España, y eso no lo digo yo, lo afirman miles de expertos en la materia.
En cualquier caso, aquí se puede alimentar el alma, el espíritu y el cuerpo por igual y yo os animo a venir a hacerlo.
Merece la pena, palabra de Mogway.




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