domingo, 3 de agosto de 2014

El verano en Valladolid tiene mucho que ofrecer.



Partimos de que aquí tenemos playa, la del Pisuerga, pero playa, que para darse un chapuzón si el agua no te va mal (como a mi) y para tomar el solete es perfecta.
De hecho hasta hay competiciones deportivas como las de piraguas.
Si no eres mucho de playa, Valladolid ofrece un amplio abanico de salas de exposiciones, museos y casas/museo.
Hay museos, como el Patio Herreriano o el Museo de la Ciencia com muy buenas actividades para los peques, cosa que en verano viene fenomenal.
Tenemos también gran variedad de rutas urbanas de todo tipo y un pedazo de bus turístico.
Luego este verano se está ofreciendo un buen número de propuestas nocturnas de ocio. Desde conciertos de todo tipo de música a cine al aire libre.
Las plazas de la ciudad, el Patio de San Benito, el Campo Grande o la Casa de José Zorrilla por ejemplo, estan dentro de un circuito muy especial que nos hace partícipes de veladas muy singulares que van desde el jazz, el blues o la música con raices a recitales poéticos, bailarines que nos impresionan con sus milongas y tangos o peliculitas bajo el cielo veraniego.
Y como no, a parte de todas estas propuestas culturales, tenemos una oferta hostelera para quitarse el sombrero. El enoturismo urbano es un concepto que triunfa aquí entre todos los vallisoletanos y turistas que salen a disfrutar de las cinco distintas D.O de vino de la provincia o se animan a "saborear Valladolid" a través de esa impresionante gastronomía minimalista que son las tapas, o bien degustando los platos que preparan los chefs que se esmeran para deleitarnos con los productos autóctonos y característicos de la zona.


Vamos...que hay donde elegir y si uno se lo organiza bien, cada día puede ser un descubrimiento de lo más divertido.
Y francamente, al estar tan bien conectados con ciudades como Madrid tanto por carretera como por ferrocarril, es una pasada la cantidad de gente que pasa por aquí atraidos por lo bueno y variado de la oferta turística y gastronómica.
Eso sin contar la cantidad de estudiantes que vienen a aprender Español, que cada vez son
más y de procedencias más lejanas y variopintas. Chinos, australianos, alemanes, todos vienen seducidos por la calidad del Castellano que aquí se habla y por el ocio que rodea a las lecciones.
Desde luego, venir a Valladolid en verano es una gran elección si no eres de esos que prefieren madrugar para colocar la sombrilla en la arena entre miles de personas.
Digamos que estas pueden ser unas vacaciones muy especiales.

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